
Cuando construyes algo, sea lo que sea, lo haces con la esperanza que sirva. Que de alguna manera sea reconocido, o sea útil, o funcione, o distraiga, o anime, o de ideas, o simplemente te haga sentir bien. Por que lo has construido tú. Por qué has podido hacerlo. Por que voluntariamente o no has puesto el empeño en… construir!
Muchas personas creen que sólo construyen durante su labor diaria; lo que denominamos… trabajo. Pero no es así, Estamos la mayor parte del tiempo construyendo: pensamientos, ideas, relaciones, deseos, esperanzas, sueños.
En ocasiones, puede pasar, aquello que hemos construido no da el fruto que esperábamos. Haces algo con todo tu empeño pero no el suficiente para que …. funcione, o la gente lo aprecie, lo conozca, lo valore… Puede que esté mal lo que has creado. Francamente mal. Horrendo. Aun así, una parte de ti jamás aceptará eso. Aunque sea verdad. No importa la verdad aquí.
Destrucción. ¿El efecto contrario a la construcción? Claro. Pero mentalmente no es lo mismo. Aquello que construimos suele llegar a un punto final con la creación. En cambio, cuando destruimos, entramos en una espiral imparable, negativa, …,, la destrucción no tiene freno sino una autopista infinita.
Los loosers conducimos de noche sin luces por esta autopista infinita. Constantemente regocijándonos junto con nuestra inseparable compañera: la destrucción.
Construir – Destruir
Hay que encontrar buenas razones para salir del camino de la destrucción y volver al redil. Pero a veces no las encuentras. ¿Qué es peor: quedarse eternamente rodando en esta autopista o quedarte parado sin jamás poder salir?
Lo peor es cuando confías en razones que acaban por disiparse. Esa falsa construcción que no llega a puerto alguno.
Los loosers somos despreciables. Por que además de haber generado destrucción, no somos capaces de volver a ilusionarnos.
Voy justo de ilusión, ahora más que ayer, mañana más que ahora. Aunque al final, todo es según lo mires.
Construí todo esto para poder escribir, entre otras cosas, cuando todo se desmorona.
Construir – Destruir.
Si el círculo se cierra, todo va a seguir bien. Sino, seguiremos conduciendo, aunque tus compañeros se apeen a medio camino, aunque la niebla haga el camino más sombrío.