
Si lo piensas bien , que un negocio funcione, es muy sencillo: tener una idea concreta + reconocer una necesidad clara + Ponerse a trabajar + Trabajar bien = Recoger resultados. Y Punto.
La pollería cerca de mi casa funciona así.
Vivo en una ciudad grande. Mi barrio es humilde (clase media/baja) y alrededor no hay mucha competencia. La verdad. Pues mejor para ellos, bien pensado: así que su idea fue clara: comida preparada en un entorno donde no hay (fijaros: cuando digo no hay… no penséis que estamos en Montana o Nebrasca, nada de eso: es a unos 500 metros a la redonda, no más). Y nada de cosas rebuscadas ni «Estrellazas Michelin» o «Nouvelle Cousin». Menú de toda la vida, de barrio. Pero la clave está en que su modelo de negocio encaja a los por qués de la gente del alrededor al 100%:
- Ajustado a la zona (cubriendo necesidades).
- Sin querer ser ostentoso (adaptado a «la butxaca»).
- Buena materia prima y un funcionamiento sostenido (gran cocinero para mi gusto).
- Y la última gran clave: una gran fuerza de ventas. Ahora hablaremos de ella.
Si me hicieran definir una combinación de simpatía / empatía os diría: conocedla. Si me hicieran pensar en cómo tiene que ser un «comercial» a la vez que ir despachando las comandas pues también lo tengo claro.
Y es que tengo otra pollería donde iba antes. Esta me coge más cerca. Aquella me gustaba mucho y no está lejos. Pero… La dependienta era antipática: tenía que darle el dinero a un mueble amargado. No me daba conversación, no me sonreía, bufff…… La he borrado del mapa… La pollería de antes no existe. La nueva la ha sustituido. Y la diferencia de comida no era muy muy grande. Y como yo muchísim@s.
Pero es que además de buen producto, resulta que me apetece hablar con ella un rato: me conoce a mi, como si fuera de la familia. Pero es que esta chica es de la familia de todo el barrio. Es lo más parecido al Cura de un pueblo que vas a ver todos los domingos. Lo único que en lugar de misa (y ostias) pues reparte pollos, callos, caracoles, pulpo, etc…
Y por supuesto tiene cola, faltaría más. Pero la gente espera. Vale la pena!
En fin, por suerte no todo el mundo es looser, y a veces hablar de alguien que lo hace «de cine» o del trabajo bien hecho,…, pues eso… reconforta … Enhorabuena!