
Aun recuerdo, hace ya muchos años, cuando mi antiguo jefe, gran persona y profesional (por alusiones X. Monzó), me decía «Monstruo !!». Y no era por feo, que también, era su forma de alabar a la vez que motivar a su equipo. Grande!!
Pero no quería hablar de esto, si no de nuestros «monstruos» internos. Y lo haré a partir de un divertido e interesante TED TALK que vi tiempo atrás y que me encantó.
Para los que 14 minutos de vídeo les sean demasiados (aunque os recomiendo lo visualicéis), sólo resumiré que habla de «Procastinar» y de cómo todos solemos, alguna vez (o siempre, eso depende del grado que tengamos), hacerlo, procastinar (evitar resolver una situación soslayándola, demorándola, evitándola….)…. Y habla, hacia el final que todos tenemos un «Panic Monster» (la imagen inicial) que aparece en aquellas ocasiones cuando se nos ha esfumado el tiempo y tenemos que por fin afrontar «la situación».
Esta pasada semana mi «Panic Monster» apareció. Pero no supe reconocerlo. Iba disfrazado. Disfrazado de enfado. Así que era simplemente un monstruo…

Un descomunal monstruo con ropa de gran enfado. Enorme, terrible y crudo enfado.
Y no tiene nada que ver si mi enfado era o no razonable. En realidad, la razón es el disfraz. Casi siempre es así.
Me di cuenta ayer por la noche. Y pensé… Tienes que escribirlo… Igual también puede serviros para vuestros «monstruos»…
Y es que el «Panic Monster» a su vez, también se procastina, y cuando ello sucede no nos permite encarar bien los problemas, nuestros retos, incluso la vida o las relaciones con los demás.
Pero si le quitas el disfraz y te das cuenta, verás que detrás de cada monstruo interno hay algo, que está en nuestra mano, que trabajar, o cambiar, o superar, o transformar, en definitiva… Afrontar.
Esto es como todo: darte cuenta, no implica que lo vayas a resolver, pero es el gran inicio, imprescindible para conseguirlo.
En fin… Saludos y recuerdos a todos los «Panic Monster», ojalá salgan más a menudo y dejemos de procastinarnos!!