¿Por qué volvemos si acabamos de cerrar?

A veces ocurren cosas que te hacen cambiar…

A veces no ocurren cosas que te hacen entristecer por que la vida no va a cambiar.

A veces las cosas cambian sin que nada ocurra, o no ocurra, simplemente… cambian….

Febrero fue un mes muy extraño, complicado, caótico…

Por resumir: Mi mente hizo «click» cuando mi alma se vació. Y eso me hizo pensar que lo mejor era cerrar aquello que persistentemente era un vehículo para seguir vaciando mi esencia.

Pero luego un nuevo “Input” se añadió a “todo”. Y eso me hizo pensar que, ya que mi ser no podía vaciarse más, mejor volver a arrancar el vehículo que permitía expresar todo aquello que siento. Es lo único ya que me mantiene con fuerzas…

Y fui capaz ante todo de «seguir siendo» … Y aunque dolido, muy dolido, por todo, pensé que al final uno tiene que reconocer que nosotros mismos somos los culpables de lo que nos ocurre…

Cuando te hagan daño, porque ya no puedan, quieran o sepan quererte, cuando no te tengan en cuenta, cuando se giren al verte para no saludarte, cuando sea… cuando peor estés, cuando creas que todo el mundo se está riendo de ti o, peor, compadeciéndose de ti…. Cuando algo de esto te suceda… Sal, muéstrate, y…. Pide perdón… Sí… Sólo así serás capaz de afrontar lo inafrontable. Cuando pides perdón, incluso por cosas que no debas o no sea necesario hacerlo, un atómico torrente de karma inundará tu alma… Y te dará las fuerzas para… Seguir…

Quería decirte esto de palabra pero no se si tendré fuerzas o ánimos para hacerlo… Pero quisiera hacerlo antes que te vayas…

Reitero lo que te dije el día que me confirmastes la noticia pero…

Solo te escribo estas palabras para pedirte disculpas.

Disculpas por no haber estado a la altura, tan en lo profesional como en lo personal, de las circunstancias, de no haber hecho suficiente “challenge”, de no haber compartido más contigo inquietudes y preocupaciones profesionales, también personales, e ideas de futuro.

Y no pienso que el mundo gire a mi alrededor… no es esto…

Es solo que quizás así hubiera servido para que te cuestionaras el cambio…

Quizás así hubiera contado ni que solo fuera lo mínimo en la decisión final…

O hubiera sido útil para labrar la confianza necesaria para compartir el devenir de las cosas…

Al final, los resultados no son nunca fruto de la casualidad o de la suerte, aunque intervenga…

Lo lamento. De verdad.”